Vida en la Granja

Una herencia familiar

Hace casi 40 años, cuando las cuotas lácteas revolucionaron la agricultura, Jeannette, la propietaria histórica, decidió dar una nueva vida a la granja familiar. ¡Adiós terneros, vacas, cerdos… pero nunca sin sus gallinas! Con valentía, abrió las puertas de la finca a los viajeros en busca de autenticidad, transformando la granja en un lugar de acogida único, entre el mar y la tierra.

Los guardianes de Kerloury

Nuestras vidas se cruzan con la suya.

Kerloury es una granja que atraviesa el tiempo, una casa familiar que necesita atención y mantenimiento para conservar su alma. Hoy en día, cada uno de nosotros tiene su propio trabajo fuera de la granja, pero dedicamos parte de nuestra energía a su renovación. Es un placer abrir nuestras puertas y recibir a quienes buscan un lugar sencillo y revitalizante.

Lo que ofrecemos aquí es un entorno tranquilo, un espacio para relajarse y respirar. Una granja viva, arraigada en su territorio, donde cada uno puede reconectarse con lo esencial.

¡Hasta muy pronto!

Transformaciones e innovaciones

A lo largo de los años, la granja ha experimentado numerosas transformaciones para adaptarse a las necesidades de sus visitantes, sin perder su carácter auténtico.

¡Hablan de nosotros!

La singularidad y el encanto de la granja de Kerloury no han pasado desapercibidos para los medios. Aquí tienes algunos artículos para descubrir nuestras acciones y novedades… ¡Que disfrutes la lectura!

Desde 1950, una granja familiar

hectáreas de tranquilidad

alojamientos acogedores

parcelas de camping

alojamientos únicos

metros de la playa

Alojamientos

Alojamientos únicos

Camping: tiendas y vehículos

Recepciones y Seminarios